CONOCE A CRISTO. ACERCATE AL ÚNICO QUE PUEDE SALVARTE Y SALVAR LA DISTANCIA QUE HAY ENTRE TÚ Y DIOS. JESUCRISTO ES EL ÚNICO CAMINO HACIA DIOS Y RECUERDA:

LA SOBERANÍA DE DIOS (2ª PARTE)

“POR LO TANTO, ...POR LAS MISERICORDIAS DE DIOS...” (Romanos 12:1)

Hay dos aspectos de la soberanía del Señor: una es su iniciativa y la otra nuestra reacción. En Romanos 12:1, Pablo escribió: “Por lo tanto, ...por las misericordias de Dios...” somos responsables de: (a) resistir las presiones de un sistema mundial que nos atrae hacia la dirección equivocada; (b) renovar nuestras mentes diariamente por medio de la oración y de la lectura de la Palabra de Dios; (c) reconocer su voluntad para con nosotros y vivir de acuerdo a ella.
Pero Pablo no se detiene aquí, y continúa: “Aborreced lo malo y seguid lo bueno. Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros. En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor; gozosos en la esperanza, sufridos en la tribulación, constantes en la oración. Compartid las necesidades de los santos y practicad la hospitalidad. Bendecid a los que os persiguen; bendecid y no maldigáis. Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran. Unánimes entre vosotros; no seáis altivos, sino asociaos con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión. No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres” (Romanos 12:9b-17).

Estar bajo la soberanía de Dios no significa quedar exentos de responsabilidades, que no tener interés en los asuntos de actualidad, no molestarnos en tomar decisiones ni carecer de deseos de mejorar o de preocuparnos por un mundo perdido. El compositor de canciones Isaac Watts captó la esencia de la soberanía del Señor en estas palabras: “¿Y qué podré yo darte a Ti a cambio de tan grande don? Todo es pobre, todo ruin. Toma ¡oh Dios! mi corazón”.





Por Bob y Debbie Gass, con la colaboración de Ruth Gass Halliday

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