CAMINANDO POR FE

“...POR FE ANDAMOS, NO POR VISTA...” (2 Corintios 5:7)
Tras negarse a adorar a ídolos, Sadrac, Mesac y Abed-nego fueron echados a un horno de fuego ardiendo. Parece una situación sin esperanza, ¿verdad? No así para el Señor, que está especializado en hacer cosas “imposibles” y que no es conocido por 'lo de siempre”. Cuando el hombre hace algo espectacular, se puede detectar una lógica humana detrás de ello. Como escribió un autor: “Dios no construye rascacielos; los hombres sí, y esos edificios tienen un toque del genio humano. En cambio, no existe un hombre que sea capaz de crear una estrella. Y cuando Dios actúa, la diferencia es como la de entre un rascacielos y una estrella”. El Señor honró la fe de los jóvenes hebreos, sacándolos intactos del fuego. El mismo rey declaró: “Bendito sea... Dios, que... libró a sus siervos que confiaron en Él... no hay dios que pueda librar como éste...” (Daniel 3:28-29b).
Mucha gente que aparenta estar despreocupada, tiene ansiedades que sólo el Señor comprende: problemas de dinero, asuntos de trabajo, desafíos de salud y preocupaciones matrimoniales. Así que, Él dice: “Echad toda vuestra ansiedad sobre Mí” (cfr. 1 Pedro 5:7). Cuando caminas por fe, obtienes respuestas a tus oraciones que desafían al razonamiento humano. Y al mirar hacia atrás, te das cuenta de que no se te hubiera ocurrido mejores soluciones para ti. El poeta Patrick Overton dijo: “Cuando alcanzas los limites de tu entendimiento y estás a punto de lanzarte a la oscuridad de lo desconocido, teniendo fe, sabes que una de estas dos cosas va a suceder: (a) habrá algo firme a lo que puedas aferrarte o (b) aprenderás a ‘volar’”. Recuerda: “...por fe andamos, no por vista...” (2 Corintios 5:7). Y justo cuando piensas que has aprendido a hacerlo, ¡te enfrentas a una situación que requiere que lo aprendas todo de nuevo!
Por Bob y Debbie Gass, con la colaboración de Ruth Gass Halliday