UN ESPÍRITU DE SUPERACIÓN

“...SACARON FUERZAS DE DEBILIDAD...” (Hebreos 11:34b)
Una “piedra de afilar” puede hacer “brillar un diamante” o convertir la “piedra viva” en “polvo”; eso depende de lo que estés hecho. Charles Steinmetz, uno de los fundadores de General Electric, estaba hecho del “material” adecuado. Lisiado de nacimiento, era tan pequeño que parecía un enano. Su madre murió cuando él todavía no había cumplido un año. Su padre era pobre, pero determinado a que su hijo tuviera una buena educación. Charles no podía correr o jugar como los demás niños, por lo que decidió dedicarse a las ciencias. Definió su objetivo de esta manera: “Haré descubrimientos que ayudarán a otras personas”. Cuando inmigró a los Estados Unidos, no hablaba ni una palabra de inglés. Tenía la cara hinchada del frío que había pasado en el barco que le trajo, la vista defectuosa y ropa muy pobre. Las autoridades aduaneras estuvieron tentadas de devolverle a Suiza. Pero se quedó y consiguió un trabajo que le proporcionaba doce dólares a la semana. Allí demostró unas capacidades sorprendentes. Rápidamente, la incipiente compañía General Electric se dio cuenta de su increíble potencial. Su carrera fue marcada por investigaciones y acontecimientos incomparables. A su muerte en 1923, un escritor dijo: “Tenía la mente de un ángel y el corazón de un visionario”. ¿Qué es lo que tenía Charles Steinmetz? ¡Un espíritu de superación! ¿Lo tienes tú? Si lo que estás haciendo no produce resistencia, es que no merece la pena hacerlo. Los ganadores en la Biblia son descritos de esta manera: “...sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas...” (Hebreos 11:34b). ¿Qué convierte la debilidad en fuerza? La fe que se niega a retroceder, abandonar o conformarse con menos de lo que Dios ha prometido.
Por Bob y Debbie Gass, con la colaboración de Ruth Gass Halliday