¿QUE ES LA ORACIÓN?
Por Erick Vivanco
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“Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público” (Mateo 6:5)
Introducción:
La palabra oración, quiere decir, discurso o conversación. Es decir, la oración es una conversación ante Dios. La oración es una de las prácticas más importantes del hijo de Dios, en la vida cotidiana, un hijo de Dios, sin oración, es como un soldado si armas, es como un obrero sin herramientas. Cuando el hijo de Dios ha despreocupado la comunión y la oración, es entonces cuando el esta en gran peligro de no andar de acuerdo a la guía del espíritu santo, eso significa que el hijo de Dios estará en peligro de hacer cosas que no están de acuerdo a la voluntad de Dios, ya sea, enseñar falsas doctrinas, andar en pecados, caer en tentación, falta de amor de Dios, etc.
La oración, es importantísima, para todos los que estudiamos la palabra, para los maestros, para los pastores, para el que anuncia la buena noticia, el evangelista, para el siervo y el ministro de Dios, pues por ella, podemos consultar a Dios, las distintas doctrinas de su palabra.
A través de la oración pedimos a Dios que el nos envié su espíritu de verdad para guiarnos a toda la verdad, a través de la oración, podemos descansar espiritualmente, la esperanza se fortalece y el amor de Dios madura en nosotros, a través de la oración podemos orar por nuestros hermanos y prójimos, y así cumplir con la ley del amor, a través de la oración podemos pedir por nuestros familiares, a través de la oración podemos experimentar una verdadera adoración a Dios, que sea en espíritu y en verdad, a través de la oración, podemos recibir de Dios, las respuestas a todas las preguntas de la vida del hijo de Dios, la oración es el numero telefónico que podemos marcar, en cualquier momento, a cualquier hora, para hablar con el Dios bendito y creador d todas las cosas, pues atento esta su oído a la oración del justo, pues ella es eficaz.
La oración es una de las prácticas más antiguas de la humanidad, pues el Génesis nos dice que los hombres desde temprano comenzaron a invocar el nombre de Dios.
“Y a Set también le nació un hijo, y llamó su nombre Enós. Entonces los hombres comenzaron a invocar el nombre de Yahweh” (Génesis 4:26)
¿A QUIEN ORAMOS Y POR MEDIO DE QUIEN?
Esta respuesta pareciera muy fácil contestarla, sin embargo, hay falsas doctrinas, como las de la iglesia católica, que insiste en enseñar que podemos orar a Miriam o Maria, la madre física del Mesías, y que ella llevara el cargo de intercesora, ante de Dios. Pero la verdad que la palabra de Dios no enseña que Miriam cumpla con ese rol, pues ella no resucito, y esta aun esperando la resurrección de los muertos. Además, no fue Miriam quien se presento como ofrenda por los sacrificios de los pecados de los hombres, sino que fue el Mesías Yeshua, solo por medio de su nombre, podemos orar al Padre Yahweh, el cual, sin ninguna duda nos contestara, como sea su voluntad. Veamos algunos pasajes:
“Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré” (Juan 14:13)
“No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé” (Juan 15:16)
“En aquel día pediréis en mi nombre; y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros” (Juan 16:26)
“Dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesús, el Mesías” (Efesios 5:20)
Otras referencias bíblicas a la utilización de la autoridad del nombre del Mesías, leamos a continuación:
“Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él” (Col. 3:17)
“En el nombre de nuestro Señor Jesús, el Mesías, reunidos vosotros y mi espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesús, el Mesías” (1Cor. 5:4)
Por lo tanto, la única forma de orar al Padre Yahweh, es a través del ungido y santo, el Mesías Jesús, por medio de sus meritos, podemos llegar al trono de su gracia. No existe otra forma, no existen “santos” ni cualquier otro tipo de intermediarios, que no se solo el Mesías Jesús hombre, es el, intercesor entre Dios y los hombres.
“LA ORACIÓN EN SECRETO”
El Mesías nos enseño a orar, el nos dijo que cuando oráramos, debíamos hacerlo en secreto. Pues nuestro Padre que nos ve en lo secreto, nos recompensaría en público.
“Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público” (Mateo 6:5)
En la palabra de Dios, hay muchos ejemplos de hombres que oraron en lo secreto y fueron contestados por Dios.
Tenemos el caso de Moisés, quien oro en secreto durante cuarenta días y cuarenta noches, pues Dios había dicho que destruiría al pueblo de Israel. (Dt 9:25)
Tenemos el caso de la oración del profeta Samuel, el cual, oro a Dios en secreto en un momento de tristeza. Pues el Rey Saúl no había obedecido en nada a las palabras de Samuel, fue por eso que el profeta oro a Dios toda una noche. (1Sam 15:11)
El profeta Elías, oro fervientemente para pedir a Dios por un milagro, el también oro en secreto, de esa forma Dios hizo el milagro y resucito al hijo de la viuda, la cual había solicitado al profeta su ayuda. (1R 17:19-20)
Uno de los ejemplos bíblicos de la oración secreta es la del profeta Daniel, el cual oraba a Dios tres veces al día, pues intercedía por el pueblo de Israel, el cual se encontraba en cautiverio. ¿Cuantas veces esta orando usted? (Daniel 6:10)
El Apóstol Pedro, también estaba habituado a la oración secreta, pues dice el libro de los hechos, que el subía a orar a la azotea, fue en una de esas oraciones cuando Dios le revelo el ministerio a los gentiles. (Hechos 10:9)
Sin ninguna duda el mejor ejemplo de humildad y dependencia de Dios, es el mismo Mesías Yeshua, ya que, el jamás recibió honra y gloria de hombres, pues siempre se alejo a los montes a orar en secreto, de esa forma, podía vigilar y permanecer en una comunión perfecta con el Dios Padre Yahweh.
“Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba” (Marco1:35)
“Y después que los hubo despedido, se fue al monte a orar; y al venir la noche, la barca estaba en medio del mar, y él solo en tierra” (Marcos 6:46)
“Pero su fama se extendía más y más; y se reunía mucha gente para oírle, y para que les sanase de sus enfermedades Mas él se apartaba a lugares desiertos, y oraba” (Lucas 5:15)
“En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios” (Lucas 6:12)
“Aconteció que mientras Yeshua oraba aparte, estaban con él los discípulos; y les preguntó, diciendo: ¿Quién dice la gente que soy yo?” (Lucas 9:18)
“Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró” (Lucas 22:41)
Sin duda alguna, la oración secreta es parte esencial en el hijo de Dios, ¿Pero es habitual en nosotros? ¿Tenemos una disciplina de oración? ¿Consideramos consultar a Dios, en cada situación de nuestras vidas?
Todos los ejemplos bíblicos que hemos visto, nos enseñan que estos hombres dependieron en todo los aspectos de la voluntad de Dios, ninguno tomo una decisión de suyo propio, sino que la oración en lo secreto, fue la actitud inmediata de los hombres de Dios. Por lo tanto, si usted quiere ser un hombre y una mujer de Dios, debe de orar constantemente y sin desmayar, de esa forma, le aseguro, que usted podrá conocer al Dios único y todopoderoso, el Dios de Israel Yahweh.
LA BIBLIA ENSEÑA UNA ORACIÓN CONSTANTE.
En muchos pasajes bíblicos, nos encontramos con la enseñanza del Mesías acerca de la oración. También en la doctrina apostólica, la cual confirma la doctrina del Mesías, encontramos claramente un llamado a la oración constante de los unos por los otros y a la oración secreta, que en definitiva marca la comunión que tenemos con Dios.
El mejor ejemplo y enseñanza que nos dio el Mesías Yeshua referente a la perseverancia en la oración, es la historia del juez injusto. (Lucas 18) En esta parábola, encontramos el vivo ejemplo de lo que es la contestación a una oración constante, Dios no dejara de contestarles a sus hijos que de día y noche oran a el. El problema esta, en que, algunos que se dicen ser hijos de Dios, rara vez oran y esperan recibir respuesta de Dios.
“Les dijo también: ¿Quién de vosotros que tenga un amigo, va a él a medianoche y le dice: Amigo, préstame tres panes, porque un amigo mío ha venido a mí de viaje, y no tengo qué ponerle delante; y aquél, respondiendo desde adentro, le dice: No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis niños están conmigo en cama; no puedo levantarme, y dártelos? Os digo, que aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, sin embargo por su importunidad se levantará y le dará todo lo que necesite. Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿o si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?” (Lucas 11:5)
La enseñanza apostólica, nos dice que debemos de orar sin cesar:
La iglesia oraba constantemente por Pedro y el fue liberado de la cárcel:
“Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel; pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él” (Hechos 12:15)
El Apóstol pide que oremos constantemente, por todos los santos, y que oremos por aquellos que están en el ministerio de la palabra a fin de que el evangelio sea anunciado correctamente
“orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos. y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio” (Efesios 6:18)
“Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias; orando también al mismo tiempo por nosotros, para que el Señor nos abra puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo, por el cual también estoy preso, para que lo manifieste como debo hablar” (Colosesen 4:2-4)
El Apóstol Pablo enseña que la oración constante, nos librara de todo tipo de ansiedad y afán.
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias” (Filipenses 4:6)
El Apóstol Pablo nos vuelve a instar a orar sin descanso y en todo momento.
“Orad sin cesar” (1Ts 5:17)
Conclusión:
En este estudio, hemos querido de hablar de tres características básicas pero muy importantes de la oración.
La primera es que sin ninguna duda, nuestras oraciones van dirigidas al Dios y padre de nuestro señor el Mesías Yeshua, y que además, solo podemos orar y pedir al padre, por medio del nombre y la autoridad del Mesías Yeshua.
La oración que Dios esta buscando de sus hijos, principalmente es la oración en secreto. Dios no solo busca una oración frente aun público determinado, Dios no solo busca una oración que se haga entre mas personas. Lo primordial en cuanto a la oración, es que, cada hijo de Dios aprenda a experimentarla en lo secreto, ahí, donde nadie nos ve, es donde si Dios nos ve. Esa oración secreta, nos traerá comunión limpia y genuina con Dios, y seremos siempre guiados por medio de su espíritu.
Lo tercero, que también es relevante, es que los hijos de Dios debemos ser disciplinados en la oración, pues, no puede ser, que oremos cuando se nos de la gana, o cuando hay tiempo. No. La Biblia enseña que Dios desea de nosotros un ánimo especial por la oración, orando en todo tiempo, orando sin cesar, con perseverancia y fuerzas, con tal de encontrar solo en el Dios único y poderoso, el Padre Yeshua, todas las respuestas a nuestras dudas y preguntas, que se nos forman en todos los ámbitos de nuestra vida.
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