CONOCE A CRISTO. ACERCATE AL ÚNICO QUE PUEDE SALVARTE Y SALVAR LA DISTANCIA QUE HAY ENTRE TÚ Y DIOS. JESUCRISTO ES EL ÚNICO CAMINO HACIA DIOS Y RECUERDA:

BILLY

...DIOS HA ELEGIDO LO NECIO DEL MUNDO...” (1 Corintios 1:27 – Versión Reina-Valera Actualizada)
Escribiendo acerca de cuando fue consejero en un campamento bíblico para adolescentes, Tony Campolo relató: “Los jóvenes tienen una tendencia a fastidiar a algún chaval desafortunado. Durante aquel verano, le tocó a Billy (de trece años), un muchacho que no podía caminar adecuadamente ni hablar bien. Cuando los chicos de su camarote fueron asignados para conducir el tiempo devocional, ellos eligieron a Billy como orador, cosa que pareció no molestarle. Arrastrándose, se subió al púlpito en medio de mofas y risitas, costándole mucho tiempo antes de poder decir tartamudeando: ‘Je–sús me...ama... y...yo...amo a Je–sús’. Hubo un silencio impactante, y cuando miré alrededor, vi a chicos con lágrimas cayéndoles por las mejillas. Habíamos hecho muchas cosas para tratar de alcanzar a estos chavales, pero nada había surtido efecto. Incluso habíamos traído a unos famosos jugadores de béisbol, cuyo promedio de bateo había subido desde que comenzaron a orar, pero eso no tuvo efecto alguno en ellos. No fue hasta que un chico con necesidades especiales declarase su amor por Cristo, que todo cambió. Yo viajo mucho, y es sorprendente cuántas veces encuentro a personas que me dicen: ‘Probablemente no se recuerda de mí. Me convertí en un campamento donde usted fue consejero, y ¿sabe cuál fue el momento decisivo para mí?’. Nunca tengo que preguntárselo, pues sé que siempre voy a oír: ‘¡Billy!’”.
La Biblia dice: “...Dios ha elegido lo necio del mundo para avergonzar a los sabios” (1 Corintios 1:27 – Versión RVA). Así que, cuando te encuentres pensando en lo que no puedes hacer, acuérdate de que su “...poder se perfecciona en la debilidad” (2 Corintios 12:9b). Simplemente haz lo que puedas, y el Señor hará el resto. Él coronará tus esfuerzos con éxito.
Por Bob y Debbie Gass, con la colaboración de Ruth Gass Halliday


No hay comentarios:

 
ir arriba