CONOCE A CRISTO. ACERCATE AL ÚNICO QUE PUEDE SALVARTE Y SALVAR LA DISTANCIA QUE HAY ENTRE TÚ Y DIOS. JESUCRISTO ES EL ÚNICO CAMINO HACIA DIOS Y RECUERDA:

SOBREVIVIENDO A UNA CRISIS

“...LO MEJOR SERÁ QUE ME FUGUE A TIERRA DE LOS FILISTEOS...”

(1 Samuel 27:1b)Cuando estás pasando por una crisis, entonces pierdes el ritmo, te sientes perezoso y desorientado y retomas los viejos hábitos que no funcionaron antes y que no te van a funcionar ahora. Esto fue lo que le pasó a David. Huyendo de Saúl y liderando un ejercito improvisado, comenzó a pensar: “...lo mejor será que me fugue a tierra de los filisteos...” (1 Samuel 27:1b). Sin embargo, David sabía que eso no estaba bien. En crisis anteriores, le inquirió a Dios y consultó a los consejeros de su confianza, pero esta vez fue dirigido por sus miedos y acabó pasándose al campo enemigo. Y por algún tiempo se sentía muy bien. Despilfarrar, engañar a tu cónyuge y llenar tu mente de pornografía puede que parezca placentero temporalmente, pero hay “...camino que al hombre le parece derecho, pero es camino que lleva a la muerte. Aun en medio de la risa se duele el corazón...” (Proverbios 14:12-13). Eventualmente, también los filisteos rechazaron a David y dijeron que: “...este hombre... no venga con nosotros a la batalla, no sea que en la batalla se vuelva enemigo nuestro...” (1 Samuel 29:4). Ten cuidado; las decisiones que tomes cuando estés deprimido pueden producir ramificaciones que perdurarán mucho tiempo. Rechazado por los filisteos, invadido por los amalecitas, sin patria y sin familia a la que volver, podemos aprender de David lo siguiente:
(1) Buscar consejeros sabios. Es la última cosa que quisiéramos hacer, porque los que tienen amargura buscan a los que están como ellos. No obstante, los “...pensamientos se frustran donde falta el consejo” (Proverbios 15:22). De hecho, “...la seguridad está en los muchos consejeros” (Proverbios 11:14b);(
2) Dejar de escuchar a nuestros miedos y, en cambio, escuchar a Dios: Estando entre las “ruinas” de su vida, “...David halló fortaleza en el Señor...” (1 Samuel 30:6b), y tú también la hallarás si actúas como David finalmente lo hizo.
Por Bob y Debbie Gass, con la colaboración de Ruth Gass Halliday

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