CONOCE A CRISTO. ACERCATE AL ÚNICO QUE PUEDE SALVARTE Y SALVAR LA DISTANCIA QUE HAY ENTRE TÚ Y DIOS. JESUCRISTO ES EL ÚNICO CAMINO HACIA DIOS Y RECUERDA:

VIÉNDOTE COMO DIOS TE VE (1ª PARTE)

“...SOMOS TRANSFORMADOS. ..EN SU MISMA IMAGEN...” (2 Corintios 3:18b)

Un hombre que se sentía deprimido, fue a ver al siquiatra. Tras compartir sus problemas, esperaba algunas palabras profundas y llenas de sabiduría que le hicieran sentirse mejor. “Pues bien”, dijo de pronto el siquiatra, “he diagnosticado su problema. Usted tiene una autoestima muy baja, lo cuál es muy común entre los perdedores”. Cuando se tiene una imagen negativa de uno mismo, se tiende a rodearse de personas que menosprecian a uno. Pero cuando sabe que Dios le ama y que Él quiere darle el fin que él espera (lee Jeremías 29:11), su perspectiva cambia por completo. Con el Señor no puedes perder; aunque tropieces y caigas, Él te ayudará a levantarte, a aprender de la experiencia y a seguir adelante. Cuando te miras a ti mismo, tiendes a ver a alguien que comete errores y que fracasa, ¿verdad? Pero cuando empieces a mirarte en el espejo de la Palabra de Dios, verás a alguien transformado “...en su misma imagen...” (2 Corintios 3:18b).
¿Has ido alguna vez a un mercadillo de artículos de segunda mano o a una tienda de antigüedades en busca de una ganga? Para el ojo inexperto, la mayoría de las cosas parecen basura; hasta puede que hayan acumulado polvo y moho en el ático de alguien. Pero unos ojos expertos pueden ver tesoros ocultos, objetos que sólo necesitan una buena limpieza, ser pulidos y restaurados para que sean de mucho valor de nuevo. Pues bien, Dios es el que tiene los ojos más expertos que nadie en el mundo. Cuando el enemigo te diga que no vales “ni un céntimo”, el Señor mira en tu interior y ve tesoros escondidos. Cuando le pones en el “trono” de tu vida, Él te capacitará para que superes tu pasado, resistas la tentación, rompas las limitaciones que tú mismo te has puesto y empieces a aceptar que eres de muchísimo valor para Él.


Por Bob y Debbie Gass, con la colaboración de Ruth Gass Halliday

1 comentario:

Anónimo dijo...

me a parecido muy bueno,ya que aveses creo que muchos de nosotros pasamos por una etapa,como la que esta descrita aqui,y en verdad es por que dejamos de confiar,en el Señory seguimos llevando nuestra carga pesada,a un saviendo que en El allamos el descanso,pero nuestro orgullo nos impide muchas veces ser libres,y gozar del descanso ,que nos proporciona estar bajo el amparo de nuestro salvador.bendiciones Gus.....

 
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