CONOCE A CRISTO. ACERCATE AL ÚNICO QUE PUEDE SALVARTE Y SALVAR LA DISTANCIA QUE HAY ENTRE TÚ Y DIOS. JESUCRISTO ES EL ÚNICO CAMINO HACIA DIOS Y RECUERDA:

DÁSELO A DIOS

“ENCOMIENDA AL SEÑOR TU CAMINO...” (Salmo 37:5)

Un día, cuando un niño estaba jugando con un valioso jarrón, su mano quedó atrapada en el interior, y no podía sacarla. Antes de recurrir a romper el jarrón, su padre le dijo: “Hijo mío, relájate; sólo tienes que abrir la mano y sacarla”. Para su asombro, el chiquillo le dijo: “No puedo. Si lo hago, perdería mi moneda”. Muchos de nosotros somos como ese chaval; tan ocupados estamos aferrándonos a algo de poco valor que no somos capaces de aceptar lo que Dios nos ofrece. Sí, suéltalo, y deja que el Señor haga su voluntad. Loretta P. Burns escribió: “Así como los niños nos traen llorando sus juguetes rotos para que se los arreglemos, yo llevé mis sueños rotos a Dios, porque Él es mi amigo. Lo que pasó es que, en vez de dejarle tranquilo para que trabajara solo, me quedé para ayudarle a mi manera. Por fin, se los arrebaté por la fuerza y grité: ‘¿Cómo es posible que seas tan lento?’. ‘Hija mía’, me dijo Él, ‘¿qué pude hacer?, pues, nunca los soltaste...’”. “Confía en el Señor y haz el bien; habitarás en la tierra y te apacentarás de la verdad. Deléitate asimismo en el Señor y Él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda al Señor tu camino, confía en Él y Él hará” (Salmo 37:3-5). Las palabras: “Confía... Deléitate... Encomienda.. .” son las claves para que mejores. Deja de querer manejar tu vida y ponla en las manos de Dios, con el fin de que pueda trabajar en ella como quiera. Él no está ni intimidado ni amilanado por tus circunstancias. Comprueba su “currículo”. ¿Piensas seriamente que tu problema es demasiado grande para Él o que no puede solucionarlo sin tu ayuda? Vamos, ¡dáselo al Señor y mira lo que sucederá!
Por Bob y Debbie Gass, con la colaboración de Ruth Gass Halliday

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