CONOCE A CRISTO. ACERCATE AL ÚNICO QUE PUEDE SALVARTE Y SALVAR LA DISTANCIA QUE HAY ENTRE TÚ Y DIOS. JESUCRISTO ES EL ÚNICO CAMINO HACIA DIOS Y RECUERDA:

CONOCIENDO MEJOR A DIOS



“...EL ESPÍRITU TOMARÁ DE LO MÍO Y SE LO DARÁ A CONOCER A USTEDES” (Juan 16:15)

Las actividades espirituales nunca pueden reemplazar la intimidad espiritual.
Muchos de nosotros vamos a la iglesia con un objetivo equivocado: queremos saber de qué tema va a hablar el pastor.
Lo que deberíamos estar pensando es: ‘Señor, lo que sea que se predique hoy, quiero que Tú me hables personalmente para saber cuál es tu voluntad en mi situación’. Cuando la Palabra de Dios se haga realidad en tu vida cambiándote y llevándote por caminos desconocidos, entonces es cuando estarás en la misma “longitud de onda” que el Espíritu Santo, cuyo trabajo es clarificarte y revelarte el propósito del Señor para tu vida. Cuando vivas en este “canal”, eso te colocará en un mundo distinto al de los demás, incluso de muchos creyentes que afirman haber “nacido de nuevo”.
Escribiendo a los creyentes en Corinto (lee 1 de Corintios 2:14), Pablo dijo que el “hombre natural” no puede entender las cosas de Dios porque no tiene un discernimiento espiritual. Él dijo que las cosas del Señor son “locura” para esa clase de persona. Por lo tanto, un creyente maduro se encuentra muy lejos de la comprensión que tiene el que está espiritualmente apagado o “muerto”. La verdad es que, incluso muchos de los que van a la iglesia no entienden a un creyente que tenga madurez. Pablo dijo que nadie puede comprender ni sopesar a tal persona (lee el versículo 15). La gente no puede saber cómo funcionan los creyentes maduros porque ellos tienen “...la mente de Cristo” (1 Corintios 2:16b). Hoy en día, este tipo de intimidad con Dios es poco frecuente, aun cuando “...la mente de Cristo...” es la voluntad del Señor y está disponible para cada uno de nosotros. Los creyentes espiritualmente maduros tienen una pasión por seguir y conocer al Padre y no están satisfechos hasta que tengan una relación personal e íntima con Él. Por consiguiente, haz que tu objetivo sea conocerlo mejor.

Por Bob y Debbie Gass, con la colaboración de Ruth Gass Halliday

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